
Estos días, hasta el 13 de enero, se puede ver en el Museo Municipal de Albacete una exposición dedicada a Joan Brossa, constituyendo, así, una antología de su obra. Este autor, nacido en 1919, comenzó su participación activa en el arte a través del género de la poesía. Abriendo espacios a una escritura que navegaba más allá de los cánones de lo clásico, por ello ha sido considerado vanguardista, pasó de escribir a través de la palabra a hacerlo a través de la imagen. A fin de cuentas, los trazos de una mano al componer las palabras configuran en la retina del lector una imagen que será interpretada en base a un significado, que, a través de las connotaciones y las metáforas, se abre a diferentes posibilidades. Y este significado múltiple se asemeja al que nos proporciona la imagen. Así, en Joan Brossa, inspirado de la caligrafía artística de la lengua árabe, las palabras se hacen arte metamorfoseándose a través de lo visual, dando lugar a los poemas visuales, a los poemas objeto o a los poemas escénicos.
Y es a través de las salas como nos vamos dando cuenta de esta transformación creativa que hizo de Joan Brossa uno de los puntos claves de la reivindicación y de la revolución para las artes del siglo XX.