27 oct 2019



Arturo

Metafísica, ornamentos racionales, pensamientos existenciales, todo cae ante los ojos de un niño. No importa nada, de repente, más que una sonrisa, un llanto, un intento de comunicación no verbal. Es como una utopía, un remanso de paz en un mundo frenético. Eso es vivir, esa sencillez natural: comer, dormir, soñar. 
Qué gran lago navegado, qué tranquilidad en el espíritu. Por fin mirando fuera de uno mismo. Gracias, Arturo. 

No hay comentarios: