1. La ética es la forma más compleja e importante que ha creado el ser humano.
2. Sin ella no es posible alcanzar la esencia humana, porque los actos se fundamentan en una ética.
3. Es esa ética la que nos define. Algunos la perciben universal, otros como algo individual.
4. Tendemos a creer que el resto de personas deben reconocer nuestros actos éticos. Sin embargo, la verdad de la ética está en el propio sujeto, que es el único que sabe por qué actúa de una forma u otra, y que sabe, en la verdad autobiográfica, si un acto ha estado bien hecho o mal hecho.
5. Como tendemos a creer que el resto de las personas deben reconocer nuestros actos éticos, tendemos a juzgar los actos éticos de los otros. Es entonces cuando nos adentramos en un vacío de explicaciones y en un mundo lleno de formas y conceptos que ensombrecen la esencia de las personas que tenemos frente a nosotros.
6. Nos volvemos, entonces, ciegos caminantes de prejuicios que encarcelan libertades.
7. Y es ahí cuando hemos perdido nuestra ética, cuando anulamos el respeto a los actos del otro, construidos desde su propia persona.
8. Si amamos, amamos una ética. Si el amor a la ética del otro se desvanece, muere el amor en todos sus términos.
2. Sin ella no es posible alcanzar la esencia humana, porque los actos se fundamentan en una ética.
3. Es esa ética la que nos define. Algunos la perciben universal, otros como algo individual.
4. Tendemos a creer que el resto de personas deben reconocer nuestros actos éticos. Sin embargo, la verdad de la ética está en el propio sujeto, que es el único que sabe por qué actúa de una forma u otra, y que sabe, en la verdad autobiográfica, si un acto ha estado bien hecho o mal hecho.
5. Como tendemos a creer que el resto de las personas deben reconocer nuestros actos éticos, tendemos a juzgar los actos éticos de los otros. Es entonces cuando nos adentramos en un vacío de explicaciones y en un mundo lleno de formas y conceptos que ensombrecen la esencia de las personas que tenemos frente a nosotros.
6. Nos volvemos, entonces, ciegos caminantes de prejuicios que encarcelan libertades.
7. Y es ahí cuando hemos perdido nuestra ética, cuando anulamos el respeto a los actos del otro, construidos desde su propia persona.
8. Si amamos, amamos una ética. Si el amor a la ética del otro se desvanece, muere el amor en todos sus términos.