Apenas conocida por el gran público, en la mayoría de las ocasiones ocultada por los políticos de derecha y de izquierda cuando hablamos de la República española, Clara Campoamor fue la primera mujer que logró luchar por el voto femenino en el Parlamento español. En una época en la que se había logrado aprobar que la mujer pudiese formar parte del Parlamento, comenzó a discutirse en el seno del mismo la aprobación del voto femenino. Argumentos tales como la incultura de la mujer y su poca preparación para la política, así como que la mujer votaría a los partidos eclesiásticos, surgían de las palabras de políticos tan reconocidos como Niceto Alcalá Zamora. Pero no sólo parlamentarios de género masculino defendieron estas ideas, sino que también parlamentarias como Victoria Kent, perteneciente al Partido Socialista Radical, y Margarita Nelken, del PSOE. En todo ese contexto, la única mujer que fue capaz de defender con argumentos coherentes la lucha por la igualdad y la libertad de la mujer fue Clara Campoamor. Día tras día, en la época en la que se estuvo debatiendo la cuestión en el Parlamento, defendía que la opinión de la mujer debía constar como equitativa, fuese la que fuese, porque votar es un derecho individual, no dirigido y elegido previamente por una educación en una ideología. Largos días que finalmente obtuvieron su fruto, porque aquellos héroes anónimos abanderados por los argumentos de Clara Campoamor, hicieron que finalmente ganase el sufragio universal por cuatro votos.
La revolución de la mujer siempre ha sido doble: la propuesta por los hombres para el cambio, y la suya personal por la igualdad.
Por fortuna, se está retomando la figura de Clara Campoamor como parte fundamental de la historia de la España del s. XX. Un libro tan ameno, divulgativo y bien documentado como el de Isaías Lafuente, La mujer olvidada. Clara Campoamor y su lucha por el voto femenino nos ayuda y nos hace disfrutar generosamente del contexto.
La revolución de la mujer siempre ha sido doble: la propuesta por los hombres para el cambio, y la suya personal por la igualdad.
Por fortuna, se está retomando la figura de Clara Campoamor como parte fundamental de la historia de la España del s. XX. Un libro tan ameno, divulgativo y bien documentado como el de Isaías Lafuente, La mujer olvidada. Clara Campoamor y su lucha por el voto femenino nos ayuda y nos hace disfrutar generosamente del contexto.
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