5 mar 2012

Fragmentos geosféricos XVI


Tai Chi Chuan

Quizás cuando se entiende de la vida se entiende de la muerte, y viceversa. Porque los extremos están puestos en una misma dirección, pero con sentidos opuestos. Y éstos son circulares. Ya que es lo mismo ir que regresar.
Una mujer practicaba Tai Chi con espadas en el templo taoísta Then Hou de Kuala Lumpur. Sublime dama de extremos. Un arte marcial hecho danza habla de la delicadeza, del vaivén, del gesto que se mueve para ser esquivo. Pero un arte marcial con espadas es activamente declarativo. Sin embargo, el conjunto de ambos da lugar al sentimiento de catarsis que Aristóteles soñó para la tragedia griega. La tragedia no puede ser catártica ni, por ende, sublime. La sencilla razón es que no es catártico aquello que no te deja extasiado tras una dialéctica con un sentimiento de atracción clavado en el centro del corazón.

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