El camino
Esas miradas que se cruzan en la espera de los medios de transporte. Ojos que hablan de historias que una inventa. La observación es fuente de creatividad, porque desata la imaginación. Además, frente a lo desconocido el conocimiento es intuitivo, bioquímico. Y una acaba por sonreír a personas del camino sin saber bien por qué. ¡Cuánto tiempo sin vivir esto! ¡Qué gran placer viajar sola y despacio, con escalas, sin prisa, sin objetivos más allá del acto de enfrentarse a lo desconocido! Paris, mon amour. Attend moi avec passion!!
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