11 sept 2013

Fragmentos geosféricos LXXX



Las manos

Despierta en la noche. Sobresalto. Soñaba con unas manos conocidas. Iluminadas al estilo Vermeer. No eran estáticas. Se movían con ese gesto tan particular que la mano de cada persona tiene. Y venían hacia mí. Me acariciaban la mejilla de esa forma tan entrañable cuando a una le ponen la palma en la mejilla y le acarician con el dedo pulgar. Es hermoso soñar con tacto, muy hermoso. Y hay manos que ni siquiera los años pueden hacer olvidar.

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