14 mar 2016

Fragmentos utópicos XV


Paz

Al límite. Sobrepasada. Sin lugar. Llena de ruido que entorpece el pensamiento. Con el corazón en un puño. Anonadada. Frustrada. Desoñada. Al límite. Sin camino. Perdida. Sin sonrisa. Alocada. Pero en mi cuerpo. En mi cuerpo. En mi mente. Ese pequeño remanso de paz, donde nadie te dice nada. Esa intimidad inviolable que me hace ser al fin yo: libre, caracola, sin límites.

3 mar 2016

Fragmentos utópicos XIV



Cáncer

Es como una luz violácea. Ahí está, al final del túnel. La veo brillar en su cabeza. Y camino las calles a la búsqueda de bombillas como la suya. Hay que seguirlas con sigilo, porque se esconden en la sombra, tras el silencio de una sociedad de máscaras de joven y saludable felicidad. Atisbo a alguien que me entiende con su mirada. A lo lejos. Viene hacia mí. Despacio. Se entrecruzan nuestros gestos. Ahora puedo verlo. Es violácea la luz de sus ojos. Violácea como el estandarte de una revolución. Violácea en la lucha más encarnizada de una persona: vivir cuando se tiene a la muerte pisándote los espolones.
¡Qué fuerza de flaqueza! ¡Qué deseo de aferrarse a la materia!
Toda lucha entiende de enseñanza. Todos deberíamos poder abrir los ojos sin tragedias a esas grandes personas violáceas a las que les ha tocado la varita mágica. Ellos pueden ver la esencia. Nosotros vivimos ocultándola, perdidos, naufragados en devaneos psicológicos de poca enjundia.

9 feb 2016

Fragmentos utópicos XIII



La soledad

La soledad cubierta de ruido. Como ciénaga que enmudece a cada paso. Como todo aquello que se silencia. Como el volcán esperando la erupción. Esa soledad rodeada de quien no te escucha, quien no te ve, quien no te siente. La soledad que acuna ese dolor de quien nada quiere saber. La soledad en un mundo de egos que succionan. Individuos, individuos somos en tierra hostil.

29 ene 2016

Fragmentos utópicos XII



Gracias

Gracias, porque eres preciosa, porque el anochecer contigo cada día es algo mágico. Gracias porque no eres princesa, porque alumbras el amanecer con una sonrisa. Gracias porque eres arrullo, abrazo libre conmigo. Pero sobre todo gracias por resistir en la enfermedad, por acurrucarme en cada momento de dolor, compañera de vida, compañera. 

24 ene 2016

Fragmentos utópicos XI



Santuario de Belén

En el atardecer la Mancha se torna baño de tierra. Raíces, bellotas, el reflejo incandescente del sol en cada mineral. Es como un baile místico de ausencias. En él cada recuerdo cabe. La raíz ancla, ordena, remite al lugar de donde venimos y al que nos dirigimos. El día que muera, entiérrenme bajo ese árbol manchego.

15 ene 2016

Fragmentos utópicos X



Hipocresía vomitiva

Cuánta hipocresía acarrean las relaciones humanas. Cuán fácil es ver en el otro lo que uno hace y no se reconoce. Cuán fácil es usar palabrería, pero cuán difícil es mostrar lo que se dice con hechos.

14 ene 2016

Fragmentos utópicos IX

 
El dolor

Ese aullido, como de un monstruo, martillea la cabeza. El dolor arrasa con la moral, con la razón, con lo que somos. Nos convertimos en puro aullido, nervio, naturaleza, instinto, células. Vete de mí, lejos, déjame dormir, no te quiero como banda sonora de mi vida.

8 ene 2016

Fragmentos utópicos VIII



Mi madre

He tenido la inmensa fortuna de tener una madre. Pero no solo una madre según la biología, sino una de esas que ejerce de madre. De esas que cuida de ti, que te mima, que se complace siempre en dedicarte tiempo y esfuerzo, no solo dinero o supervivencia. Una de esas madres que busca tu felicidad, que te abraza, te arrulla y a la que nunca molesta tu presencia. De esas que aunque tengas 34 años y lleves viviendo casi 20 fuera de casa, te llama cada día, te pregunta cómo estás, qué tal te ha ido, qué has comido. De esas que cuando vas a verla, te echa siempre algún tupper para que en algún pequeño momento de tu existencia puedas seguir saboreando sus deliciosos platos. Pero, además, he tenido la suerte de tener una madre con la que he compartido viajes fascinantes, conversaciones amigables y alguna cerveza, sin dejar de ser madre, sin pretender ser tu amiga. 
He tenido la suerte de tener una madre como la que si yo fuera madre me gustaría ser. Una madre a la que admiro moralmente. Y eso es imbatible. Ni siquiera la muerte podría combatir tal experiencia. Porque allá donde voy, puedo ser yo, fundamentalmente, porque tengo una madre así. Y esto no es un milagro, sino que tras todo ello habitan conscientes decisiones en ocasiones difíciles por parte de mi madre de ser la madre que es. Y eso, entiéndanlo, requiere por mi parte y, sin dudarlo un momento, afán, dedicación y respeto.

1 ene 2016

Fragmentos utópicos VII



Extrañeza ante la condición de ser mortal

Qué extraña sensación de extrañeza el día en que te das cuenta de que tu madre es mortal. Ese día en que ya no es una hipótesis que parezca que no vaya a suceder, sino una posibilidad vivencial. Es el enfrentarse a un abismo que tiene matices de orfandad, de desprotección, de vulnerabilidad. Es un nido de emociones que llega incluso a encoger la garganta y dejarte sin voz.

Fragmentos utópicos VI



Extraños

A veces esta no soy yo. Este no es mi lugar. Ni todo esto lo que "tengo". ¿Qué hago yo aquí? ¿Y quiénes son todos estos que me rodean? ¿Acaso son ciertas todas estas circunstancias? ¿Realmente deseo todo esto? Imagínate que todo cambia. Si en la respuesta a esa pregunta siempre encuentras algo más hermoso que lo que te rodea, cámbialo.

1 dic 2015

Fragmentos utópicos V

 

La incertidumbre

La incertidumbre del paciente que espera recibir un diagnóstico. Con los ojos lúcidos a la vida y la preocupación de quien, atento, recibirá quizá una buena o una mala noticia. La incertidumbre de quien lo acompaña, pensando, también atento, que quizá recibirá una buena o una mala noticia. Ambos inquietos, movidos por el deseo de conocer, de saber, de vivir con alguna seguridad conceptual. Tan sólo un par de palabras, sean las que desea escuchar o las que tan solo oiría. Y en ambos se trasluce la mirada generosa: el paciente disimula su incertidumbre y quien lo acompaña disimula también la suya. Ambos mirando por el bien del otro, por su tranquilidad. Como en un teatro de bienestar sostenido. Es ahí, entonces, donde se trasluce lo que es amar.

10 nov 2015

Fragmentos utópicos IV



¿Qué será?

¿Qué será? ¿Qué será esa fuerza que me lleva a no abandonarme, a no abandonar? ¿Qué será lo que rompe la Razón y las reglas? ¿Qué será lo que me lleva a moverme en la incertidumbre? ¿Qué será esta paciencia inaudita, impensable? ¿Será la edad? ¿Será el amor? ¿Qué será aquello que escapa a toda explicación?

6 nov 2015

Fragmentos utópicos III

 
Crecimiento personal

Cada cosa, persona o circunstancia nos hace crecer como personas, conocernos, saber de una forma más completa quiénes somos y, por tanto, cómo darnos al otro. Cuando la circunstancia nos produce emociones felices, o nos acuna en una zona de confort, nos preocupamos poco por si estamos llevando a cabo un crecimiento personal. Sin embargo, es en las circunstancias adversas cuando nos confrontamos con nosotros mismos. Ante ellas, uno puede autoafirmarse de forma implacable y dar siempre la razón a su ego. De esta forma, no veremos más allá de nuestro paradigma. Sobrevivir momentaneamente será más fácil, pero poco habremos crecido como personas, por lo que repetiremos los mismos parámetros en nuestra vida una y otra vez. Otra opción será dejar que las cosas sucedan según deban suceder, desde la incertidumbre, e ir buscando crecer con ellas, conocerse, con la humildad de reconocer nuestras limitaciones. Ya lo decía el taoismo: Wu Wei (no acción o actuar sin actuar). Antes o después, sin precipitar, las cosas que han de caer acaban cayendo y las que han de quedarse acaban quedándose. Solo cabe asumir y vivir de manera plena con uno mismo. Reconociendo su humanidad, la humanidad del otro y la circunstancia.

Fragmentos utópicos II



Utopía

Tantas veces en la historia se habla de la utopía como ese lugar que en origen perdimos. O como ese lugar que todos deseamos alcanzar, proyecto de los sueños sociales o personales. Pero me resulta curioso que en el concepto de utopía siempre esté presente esa melancolía por lo que no tenemos. El ser humano tiende a mirar eso, lo que no tiene. Pero ¿y si la utopía no estuviera más que en el presente? ¿Y si borráramos de su concepto la posesión? Quizás está en lo que ahora es, en los hechos, en lo que va más allá de las emociones, palabras o interpretaciones subjetivas. La utopía es asumir lo que sucede, no pensar en lo que podría o no suceder o en lo que sucedió o no sucedió. Solo es feliz quien lucha por lo que existe ahora, porque vive su utopía agradecido con cada pequeña cosa.

2 nov 2015

Fragmentos utópicos I



El tiempo

El tiempo inaudito crece y decrece. Como hilo de Ariadna regido por las circunstancias. A veces tan distendido de escuchar el silencio. Otras impertérrito ante el sonido del pensamiento. Y con él sobrevivimos a cada paso. Porque es él quien nos conecta con esa soledad esencial que en ocasiones buscamos enmascarar.

11 oct 2015

Fragmentos mamíferos CIII



La piedra

A veces da seguridad, nos refugia, nos acoge. Compusimos piedras unas junto a otras para hacer casas para no sentirnos amenazados. Pero esas piedras en ocasiones se convierten en una losa. Tienen la forma que tienen y nos condicionan la vida con esa forma. Es el doble filo de la piedra, que crea Historia inamovible, que impiden el progreso, que convierten en losa también al que las habita. Por eso es sano el cambio, porque no somos seres por naturaleza atables a ninguna losa.