6 nov 2007

Intimismo

Hay épocas en la vida tan intimistas, quizás en ellas podría escucharse cualquiera de las piezas de Eric Satie. Qué pensamos los seres humanos en esos tiempos, quizás cosas que pertenecen a ese mundo literario que paralelamente construimos para que la vida sea un camino más fácil. A veces se nos sorprende mirando hacia el vacío, hacia la nada, como una de las mujeres de Vermeer, y quizás pasen así las horas, gélidamente petrificados vistos desde el exterior físico, aunque quizás llenos de pensamientos y actitudes en el interior. Sí, a veces, en esas épocas tan intimistas parecemos no existir, aunque sigamos existiendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son momentos de mutación, como todos los momentos. Esencia del devenir constante e infinito.
Te imagino mirando hacia el vacío.

NSN dijo...

Gala, querida, sí, la vida es constante devenir, constante mutación delicadamente monstruosa. En épocas en las que la mutación se produce velozmente, el cuerpo no necesita más movimiento que el interno, y surge así esa mirada hacia el vacío melancólica y presa de la esperanza y la inquietud del futuro que le llegará.
Mil gracias por tu comentario.