Hasta el 13 de junio puede visitarse en las Scuderie del Quirinale la exposición temporal sobre Caravaggio.
Si bien no es una exposición brillante por el discurso planteado desde el comisariado, es ya de por sí una experiencia única poder pasear, vivir, observar, oler una selección de las mejores obras de Caravaggio expandidas por el mundo. Desde las de Firenze, Milano, Roma, hasta las del Metropolitan de Nueva York, Missouri, Texas, o el Ermitage.
El paseo es una danza. Se escucha la música de los bodegones de Caravaggio. Ésta tiene el don, si se abre el corazón a su libertad natural, de solaparse con el latido del corazón. En ese instante aparece el Suonatori di liuto. Queda perdida en la finitud la conciencia. El mundo se torna sensualidad. Aquel perfume recorre la pituitaria. Quizás hemos caído. Quizás seamos animal horizontal.
http://www.scuderiequirinale.it/MEDIACENTER/FE/CategoriaMedia.aspx?idc=77
Si bien no es una exposición brillante por el discurso planteado desde el comisariado, es ya de por sí una experiencia única poder pasear, vivir, observar, oler una selección de las mejores obras de Caravaggio expandidas por el mundo. Desde las de Firenze, Milano, Roma, hasta las del Metropolitan de Nueva York, Missouri, Texas, o el Ermitage.
El paseo es una danza. Se escucha la música de los bodegones de Caravaggio. Ésta tiene el don, si se abre el corazón a su libertad natural, de solaparse con el latido del corazón. En ese instante aparece el Suonatori di liuto. Queda perdida en la finitud la conciencia. El mundo se torna sensualidad. Aquel perfume recorre la pituitaria. Quizás hemos caído. Quizás seamos animal horizontal.
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