Observarte observándome. De un golpe crecen raíces. Creemos que ya nos habitan como genealogía. Hice mío aquel gesto tuyo y no puedo más que devenir otra. Qué ígnea violencia monstruosa me arrastra cuando me conversan sobre la identidad. Ésta la presuponen de condicionantes físicos, naturales, geográficos, sociales, etc. Nacemos y ya tenemos sexo, tierra y escala social. Así sucedió. Hice tu gesto parte de mi cuerpo y ahora soy una hermafrodita que nació en las nubes y está tramitando la nacionalidad selenita.
1 comentario:
Nacionalidad selenita...¡que hermoso!.
Romper todos las consignas impuestas y libremente elegir...
Un abrazo
Publicar un comentario