Sin embargo, el señor director del IES Misteri d'Elx en el claustro repetía para convencernos, sin lograrlo: "Esto
no es ningún club", "Repito,
esto no es ningún club". El claustro votó en contra de la calidad y ¿se le escuchó? A las pruebas me remito. Y mientras nosotros pagábamos por eso, qué cinismo, nos bajaban el sueldo, recortaban las partidas para educación a los centros educativos, no había dinero para calefacción, veíamos irse a miles de interinos al paro, y, lo más importante, nos recortaban en derechos sociales. Eso sí, nosotros éramos súper felices porque podíamos ostentar un súper lujo de un súper título que adornará las súper paredes y hará que los súper jefes tengan súper puestos de más súper sueldo, aunque luego pasemos hambre.
Más barato nos costaría asociarnos a un club de golf o tiro pichón.
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