17 mar 2007

Inquietud


Recientemente se ha publicado en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia el número 5 de la revista Inquietud, realizada por los alumnos de la facultad.
En este número monográfico se han tratado temas de actualidad que tienen que ver directamente con la situación académica de la universidad pública en España. En los últimos años, como han hecho ver recientemente los estudios realizados por el CSIC, la universidad pública española, en cuestiones del profesorado, se ha tornado un lugar oscuro en el que las normas para entrar como funcionario se rigen por favoritismos, por la ausencia de claridad en las elecciones. Ello ha venido implicando que los profesores que entran a dar clases suelen ser de entre los menos preparados para introducirse como profesores, ya que no han tenido la oportunidad de formarse en lugares del extranjero, de adquirir múltiples miradas más allá de las que su propio departamento local le ha venido dando. Así como la gente más preparada acaba reciclándose en lugares y departamentos de otros ámbitos, de otras escuelas, normalmente de carácter privado, que están acogiendo hoy día a gente especialmente muy preparada.
Esto implica, como hacen ver los alumnos de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia en este número de la revista, que la mayor parte de los profesores, sobre todo los que tienen menos de 50 años, que son los que han venido entrando por estos métodos, no poseen motivación ninguna a la hora de enseñar a sus alumnos, preocupándose más bien por cuestiones que tienen que ver con todo lo que sea figurar de cara a un público ajeno al propio alumnado. A fin de cuentas el alumnado es el que da sentido a que ese profesor esté ahí, y reciba un sueldo del estado.
¿Hacia dónde se dirige en el futuro esta situación? Hacia una privatización cada vez más evidente de la enseñanza, llegando las Universidades privadas a tener cada vez más prestigio por el hecho de la propia enseñanza, que las Universidades públicas. Es decir, es cada vez más evidente que en la enseñanza privada los alumnos están siendo enseñados, mientras que en la pública están tan sólo siendo un medio para un fin: que el profesor adquiera un sentido en su propio teatro del mundo, que es el que lo ha llevado a conseguir ese puesto.
¿Qué debería hacerse? Reivindicarse cada vez más que cambie esta situación de contrataciones ilegales, o poco claras en la Universidad pública. A fin de cuentas esta universidad es la universidad de todos, por la que todos pagamos los impuestos para que nuestros hijos, o los jóvenes de nuestra sociedad adquieran una formación y una enseñanza. Si se realiza un ámbito mafioso en esos términos, y los profesores siguen formando lugares en los que el catedrático forma su propio feudo de gente sumisa, en el futuro será nuestra propia sociedad la que se vea resentida, porque la formación casi gratuita y para todos que ofrece España, acabará siendo clasista, en la que tan sólo las personas con dinero podrán recibir una buena educación, mientras que las personas con menos ganancias no podrán más que abrirse un hueco en esta degradada enseñanza universitaria pública que tenemos hoy día.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La educación es la base de un país forma a los peones que levantan con su esfuerzo y estudio unos cimientos que luego serán el edificio de todos.
No puedo estar más de acuerdo, tengo algunos de estos profesores de cartón y papel que tienen la base de que su enseñanza esta escrita para su deleite, para su enaltecimiento y no para formar mentes que en un futuro podrá necesitar. Profesores jóvenes que no se avergüenzan del motivo su ingreso en la pantomima de sus carreras.
Lo más triste y desalentador es que todos lo saben, conocen este hecho, profesores y demás funcionarios establecidos en la enseñanza pública y aunque quien debe luchar por su enseñanza son los alumnos, la decencia ética de estos profesionales también debería despertar y ver.
Aplaudo la iniciativa de estos alumnos al publicar un monográfico denunciando esta situación es algo que nos afecta a todos incluso al barrendero de la esquina (con su noble profesión, no hay que discriminar ningún trabajo)
Sin se moldean carreras sin una buena base ¿qué tendremos?...
Hay que tener un origen abierto, ético y con calidad conocimientos para que desempeñando nuestra función en la sociedad podamos solucionar, enseñar o curar con cierta competencia y dedicación sin alimentar la espiral injusta y elitista.
La educación debe tener las mismas oportunidades y derechos para todos sin importar el dinero o posición social y el grado de calidad no debería variar por el bien de lo que vendrá, “arrieros somos y en el camino nos veremos”, si hoy no damos los recursos necesarios a un medico para que mañana cure con conocimiento, si no damos a un profesor las pautas en la ética y la igualdad que enseñara, si un ingeniero no tiene una buena comprensión de maquinaria que catástrofe dará y así podríamos continuar….mirar por el mañana si la pereza nos impide ver el presente. Debamos luchar por esta injusticia. Gracias

NSN dijo...

Gracias a ti, Rosa, por compartir estos ímpetus éticos,que son oasis por los que luchar en la vida.
Todos hemos pasado, y pasaremos por esos profesores sin razón de ser más que su propio tedio o verborrea frente a otros. Ya es hora de que se vayan diciendo algunas cosas, y poniendo algunos puntos en las íes.