4 mar 2007

Paco Bascuñán. Mirando


Estos días, hasta el 30 de marzo, se puede ver en la sede del Istituto Europeo de Design en Madrid la exposición de Paco Bascuñán Mirando la historia, mirando el mundo. En ella es posible observar un recorrido excelentemente planteado por la obra del autor, en la que la centralidad de la mezcla entre el diseño gráfico y la reivindicación social se dan la mano. Podemos ver, por ejemplo, parte de la gráfica y las marionetas diseñadas por el autor para la puesta en escena de la obra de teatro escrita por Alfred Jarry, Ubu Roi, en la que Ubú se plantea como un personaje de crítica a ciertos prototipos de personajes de explotación que han recorrido el hilo de la historia hasta hoy día.
También están presentes los paneles en los que, con la palabra Merdre, tensa las formas del lenguaje soez hasta darle un mayor carácter de lo deleznable, en la que el exceso de poder y explotación alimenta tras de sí una serie de posibilidades que cada vez destruyen más lo propio humano, que superan sus formas, acudiendo a unas todavía más desgastadas. No es un lenguaje que se inventa desde la forma de la construcción de una ética, sino desde la destrucción de la misma.
Pero el momento más emocionante llega cuando uno se encuentra con fragmentos de sus Cuentos de Viajeros, publicado en el 2005, en el que se acude al difícil camino a través de la palabra, construida como testimonio, de aquellos que luchan y viven en la transición hacia un mundo sin fronteras, caminando de puntillas por los discursos que hoy día todavía las siguen trazando con escuadra y cartabón. Todo inspirado de la exposición Pateras, que tuvo lugar en la Universitat Jaume I en el 2004. Y de este proyecto se extrae uno de los fragmentos más bellos:
No hago más que soñar sueños imposibles -En los deslucidos matorrales de la infancia en vano cabalgaste ese baldado destino. Mar afable de campos visuales en barbecho. Mar de ojos enrojecidos por mis desvelos. Ninguna sangría pudo vaciarme del otro. Podré acaso cerrar al fin los surcos de mi mala suerte. He aquí que vine al fantástico galope de los remos fantasmas. El pensamiento agotado en peligro de sobrevivir busca acaso un lugar en tu hospitalario moridero. -El mar escucha el viento. Sólo el agudo soplo del viento kuputre. (Abdelazid Kaam. Túnez 1934)

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