22 mar 2007
El pequeño y torpe gps filosófico de la vida
A veces en la vida navegamos tan sólo con la intemperie de los sentimientos, que tienen y dan estímulos extrañamente inconexos: reacciones, actitudes, pensamientos, y a veces, en esa intemperie por la que casi a ciegas nos movemos, nos encontramos que caminamos en círculos, sin ni siquiera dar un paso que tenga algún tipo de sentir de estar caminando hacia un lugar; rozamos la locura. Y entonces nos perdemos, y entonces es cuando creamos la ética, hacemos uso de la razón, de la geometría, de los objetivos, de los porqués, de las luchas. Creemos en ese momento en las causas, quizás no divinas, pero en las causas por las que luchar como causa que dará lugar a una consecuencia en la que verdaderamente creemos. Nos convertimos en lo que Kafka llamaba el jefe apache de la vida misma, de nuestra vida social en el caminar. Sin embargo, si forzamos la ética, si forzamos los tornos de la geometría, si no dejamos ni siquiera un espacio por el que los sentimientos puedan volver a tener palabra, la suya propia y peculiar, nos convertimos en seres tan intolerantes, que la lucha personal, ética por unas causas se viene abajo; rozamos la locura.
Y es cuestión de no desesperar, de seguir caminando, sin tomar la decisión de navegar solos el camino de la vida, de seguir buscando el equilibrio en el pequeño y torpe gps filosófico de nuestras vidas. No todos los caminos están escritos, ni existen formas cerradas de abarcarlos. Debemos seguir teniendo esperanza de poder encontrar ese punto de unión que nos hace creer en la sociedad. Somos animales racionales, somos animales sociales y somos animales profundamente sentimentales, a veces melancólicos. No desesperar, seguir teniendo esperanza, y sobre todo alguna gran amistad de ésas que nos apoye y a la que apoyar incluso en los momentos más tensos de la vida, de esas que siguen ahí con el caminar de la vida, con el ir y venir de la intemperie, como un oásis en el desierto.
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4 comentarios:
Di que sí, Nieves, que es primavera y quién dijo astenia.
Ufff, sí, nada de astenia en la primavera (ni en ninguna época del año, cada una por sus razones), pero hace un frío en esta Murcia... No sé si es que uno se acostumbra a las buenas costumbres de no pasar frío y ser siempre ser primaveral.
Gracias.
Indescriptible como has plasmado la visión tan clara de la vida y la comparto contigo, la vida una locura, un caos de emociones que nos dejan desvalidos a los instintivos vaivenes de nuestros intensos sentimientos. Los sujetamos como caballos desbocados, dominando y encauzando de una manera constructiva ese fuero interno.
Pero claro encontrando un equilibrio entre la mente racional y el latir de pasiones que tanto nos humaniza. Seguir adelante,sin dejar de caminar,con la compañía de esa dualidad que tira de nosotros a un lado y al otro. Desequilibrando constantemente nuestro paso, a la vez haciendo la vida más interesante dándole a esta múltiples posibilidades y formas de disfrutarla.
Mil Gracias, esta reflexión es una gran definición de la vida misma en toda su amplitud, gracias
Rosa, siempre tienes esa sensibilidad y esa forma de pensar tan ética que hacen decir cómo eres por dentro. No te conozco apenas, y te admiro así, por tus actitudes. Gracias
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