Paz
Un día, otro, más paz. Siempre pensé que la paz era el estado de ausencia de preoupaciones o malestar. Es decir, pensaba que la felicidad proporcionaba paz. Me equivocaba. En realidad la paz es la que provoca ese estado de felicidad. Y uno siente que ha llegado al estado de paz cuando independientemente de las circunstancias, más adversas o menos, se toma distancia de las mismas y, aun viviéndolas intensamente, no se establecen con ellas afecciones dañinas.
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