El lenguaje fronterizo
Habitar la frontera implica como manifiesto pervertir los espacios geográficos físicos, hacer agua el territorio estable. De ímpetus fronterizos nacieron las grandes utopías: Platón, Tomás Moro, Francis Bacon. Los hilos rojos de los afectos se tejen en ese no-lugar ante el que la naturaleza no encuentra más respuesta que el silencio. Sin embargo, el ámbito social crece en la proyección territorial de tales afectos. Beberse la luna y vertirla en forma de trazos pictóricos desde la Tierra. No existe más posibilidad para el lenguaje fronterizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario