Papagena. Interpretación de Ailish Tynan
La Reina de la Noche. Interpretación de Diana Damrau
¿Reina de la Noche o Papagena?
Tal punto de vista podría también utilizarse para realizar un análisis aplicable a la ópera de la Ilustración por excelencia: La flauta mágica de Mozart. Dos personajes esenciales que son modelo de la sombra y las luces de tal época. Por un lado, la Reina de la Noche, habitante del lado oscuro, dama atractiva por excelencia. Ella se presenta a sí misma ante Tamino, recién llegado a tales lares, como una víctima. La víctima de Sarastro, el rey del territorio de la luz, que presuntamente había secuestrado a su hija Pamina. Así, ordena y educa a Tamino en una relación de víctima-verdugo doble. No pretende la Reina de la Noche que Tamino actúe como verdugo de ella misma, sino como verdugo del verdugo que la victimiza: Sarastro.
Con tal convencimiento camina Tamino directo a asesinar a quien osaba ofrecer tales sufrimientos a la Reina de la Noche. Sin embargo, cuál no fue su sorpresa, al llegar al reino de la Razón y preguntar a Pamina, ella le respondió con una negativa al hecho de haber sido secuestrada. Pamina había escapado activamente, desde la conciencia y la voluntad, del hálito de sombra de la Reina de la Noche. La Luz vence sin actuar, como no podía ser de otra forma para una ópera Ilustrada.
Y la luz queda reflejada en un personaje que siempre consideramos secundario, pero que es de crucial relevancia, en tanto que está construido como mujer contraposición a la Reina de la Noche: Papagena. Ella, mujer transparente y hermosa, será el río de clarividencia que alumbre el triunfo de la Razón.
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