Lenta despedida
Como relatos de hadas de acero encantado. Como amapolas de fuego para el frío. Como la tranquila espera que sabe para no tenerte. Para que el tiempo pase y se borre ese rostro tuyo que alcanza a desfigurarse cuando mueren los párpados de noche y ya apenas regresas. Cuántos días han de pasar. Cuántos. Ya no recuerdo a qué sabía tu pecho. Besos fantasma sin camino de regreso. Ahora piso las ciudades y no gritan tu nombre. Ahora pido a las ciudades esa raíz que no viva para negarte, sino para crecer sin pensarte.
5 comentarios:
Hola, llegué por casualidad a tu blog buscando una foto de Alejandra Pizarnik, qué grato es encontrar sitios como el tuyo.
Yo no concibo la vida sin la palabra y los buenos tejedores de la misma.
=)
Si gustas puedes visitar mis espacios:
http://crazylokachaparrita.blogspot.com/
http://literaturaprofana.blogspot.com/
Chaparrita. Gracias por tus palabras. Visité tus blogs y me parecen muy interesantes. Me gusta la mínima palabra, el micropoema que elaboras. ¡Felicidades y adelante, escritora!
Gracias =)
nieves, qué sorpresa. manzanas.... tú me entiendes....
un abrazo amanzanado
Nuria, preciosa coincidencia consuetudinaria la de tus manzanas y mis manzanas. Todavía siento la vibración de cómo palpitaban en tu escrito. Un abrazo fuerte.
Publicar un comentario