Color Albaricoque
Ahí llegan. Los redobles de tambores del piélago que amamanta las olas. Ahí llegan. Como el beso que sorbió el azúcar de las aves. O la impertérrita pluma de la sonrisa. Ahí llegan. Brotando. Como lavas de fuente color albaricoque. Sólo las letras fueron palabra cuando se compuso tu nombre de mujer.
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