26 abr 2011

Fragmentos luminosos XXXII


Color Cobre Pálido
La vida es relativa. Y tal es su ligereza. Piensen esta posibilidad. Después de una decena de años sin ver a la persona que más daño sentimental les haya hecho, el camino les hace cruzarse en una sala de espera médica a solas. No se saludan. Apenas quieren reconocerse. Y lo único que se le ocurre pensar al cerebro es esa cantidad de arrugas que le han salido después de tantos años. En el siguiente instante, se abstrae  mirando por la ventana. ¡Qué ironía! ¿Y para eso tanto peso existencial hasta haber logrado navegar el olvido de un cuerpo? "Póngame otra de Chopitos, please" -decía Eustaquio en el Bar Dos Torres- "que la vida sepa uste' que voy a vivirla".

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