28 nov 2011

Fragmentos luminosos CIII


Samurai de la resistencia

¡Qué fragilidad la de la salud humana! ¡Y qué fuerza a un tiempo! Como ese cristal que sostiene, y, cuando se quiebra, se hace añicos. En ocasiones se recompone. Hasta que llega su final. Allí donde se cruza la línea de lo posible y tolerable por un sistema orgánico. Un pequeño virus de estómago, complicado con problemas de azúcar, nos hace recordar esas fuerzas consuetudinarias como si fuesen algo extremadamente lejano en el tiempo. Como quien habita la resistencia cada día. A veces roza la frontera de la derrota, sin darse nunca por vencido, y otras la de la victoria, sin salir nunca vencedor.

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