23 oct 2014

Fragmentos mamíferos XLVII

 
Casiopea

Asomo el asombro a la ventana. El cielo ennegrece batiéndose en duelo con las luces humanas. Y ahí estás, Casiopea, cuánto tiempo. Cada vez que nos saludamos me recuerdas algo distinto. Hoy eran tus ojos como dos pechos de una joven de Tiziano.

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