A la heredera de Pizarro
Escuchar es habitar. Allí donde brotan jardines ajenos en la ventana de tu geografía. Esa lágrima es corazón. Esa sonrisa es corazón. Caminas latiendo la vida con arterias por manos. ¿Acaso no fue el sueño dogmático de Kant la narración del grito Barroco de Segismundo?
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?
Lope de Vega, Pastor que con tus silbos amorosos
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