Anoche tuvimos la oportunidad una vez más las mujeres de tomar la voz pública para manifestar nuestro desacuerdo contra la violencia ejercida sobre la mujer. Por primera vez en Elche se organiza el Dona pren la nit, siguiendo recorrido simbólicos por lugares en los que por la existencia de la violencia nos cuesta entrar de noche. No al miedo. No al maltrato. No al sistema patriarcal.
Aquí les dejo el manifiesto.
"Hace mucho que estamos hartas de vivir las más variadas formas de violencias machistas. De ver crecer las cifras de los casos más fatídicos de esas violencias. De tener cuerpos regulados y nuestros derechos recortados. Hace mucho que estamos hartas de vivir las calles como un territorio de riesgo. De tener que lidiar con innumerables situaciones en las que somos blanco de atención no deseada, de silbidos, comentarios, insultos, “piropos”, miradas, palpadas... Estamos hartas de escuchar justificaciones. De ser responsabilizadas de esas violencias. De que nos digan que, por no haber denunciado, fuimos víctimas. De ser victimizadas. De denunciar y tener nuestras palabras puestas en tela de juicio.Estamos hartas de que nos digan que debemos evitar salir solas, que tenemos que cuidar nuestra forma de vestirnos, que no bebamos demasiado, que tenemos que “darnos el respeto”, que no le hagamos caso a ese acoso sexual cotidiano porque, al final, “es normal”.
La estrategia del sistema heteropatriarcal es crear miedo y hacer que la “culpa” de las agresiones recaiga sobre las mujeres. Pero de esas constantes agresiones machistas, ¡ya estamos hartas! Por eso decidimos tomar las calles y las noches, gritar, hacer ruido y decir ¡basta!
El Toma La Noche es una manifestación lúdico-reivindicativa en la que todas las personas que nos definimos como mujeres y/o se nos identifica como tales ocupamos las calles y las noches, exigiendo espacios y cuerpos libres de violencias.
Nuestro objetivo es visibilizar las distintas formas de violencias que sufrimos nosotras. Violencias que van desde el naturalizado piropo hasta agresiones físicas y con las que tenemos que lidiar cotidianamente. Queremos visibilizar que el sistema nos ha dividido en buenas y malas mujeres, en santas y putas, penalizando a las que salimos de las normas. Lo hace regulando nuestros cuerpos y nuestras sexualidades, con leyes como la que prohíbe el aborto. Lo hace regulando los espacios, con normas como la ordenanza contra la prostitución del Ayuntamiento de Valencia, que refuerza la criminalización de las personas trabajadoras sexuales; legitima la violencia institucional contra todas las que nos definimos y/o se nos identifica como mujeres; impide el derecho de libre circulación y tránsito; nos impone mandatos de género: pautas de comportamiento, forma de vestir, de manifestar nuestras sexualidades...
Tomamos las noches y las calles para tomar/reivindicar/recuperar/exigir nuestro derecho a vivir sin miedo; a ocupar las calles cuando bien queramos, solas o acompañadas; a vivir nuestras sexualidades como nos de la gana; a ser putas, bolleras, gordas, viejas, peludas... o no; a abortar o no.
Tomamos las noches y las calles para cuestionar la cosificación de nuestros cuerpos de mujeres. Para cuestionar la imagen corriente de mujeres complacientes y sumisas que el heteropatriarcado nos impone y que alimenta y justifica las violencias hacia nosotras.
Tomamos las noches y las calles porque ¡si nos tocan a una, nos tocan a todas!
¡Juntas, sin miedo!"
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