29 jun 2007

El Tucán del Palmerar


Por la Vega Baja, o el Baix Segura, hay una especie de tucanes muy especial. Caminando hacia el IES Cabo de Huerta, en plena Albufereta (esa playa que tornaron putrefacta las grandes incursiones urbanísticas de los años '60, y que hoy se trata de recuperar), desde Murcia, hacemos el camino de la frontera, como gusta de llamar la Lagartija Teresita. Desde Orihuela, u Oriola, Albatera, o Albatera, Crevillente, o Crevillent vamos viendo cómo las líneas fronterizas trazadas con escuadra y cartabón no se corresponden a la vida real de los habitantes. En el IES Pedraforca de l'Hospitalet de Llobregat, junto al Tucán de Bellvitge y Jordi el Tucán Baceloní, la Lagartija Teresita pudo observar un mapa muy peculiar de los llamados Països Catalans, aquéllos en los que se habla esa lengua, y sus diferentes variantes o variedades. No sé si eran realistas con la identidad de los nacionalistas de debajo del valle del Ebro, pero en ese mapa las fronteras hablaban desde una flexibilidad mayor que esa línea, porque, ciertamente, ni Orihuela, u Oriola, Albatera, o Albatera y Crevillente o Crevillent tenían señalada la característica de hablar catalán. Decíamos: en el camino de la Vega Baja, o el Baix Segura, existe un paisaje muy especial. Sí es curioso que cuando ya comienzan las tierras de Orihuela u Oriola, Albatera o Albatera, Crevillente o Crevillent, Elche o Elx, se pueden observar unas plantaciones de palmeras, palmerales, o palmerars. Quizás con ellos se marcan las fronteras, o los lugares de transición. Es curioso como, por ese camino, una vez que se entra en la Comunidad Valenciana o País Valencià la presencia de las palmeras se hace más evidente, hasta el punto de que se hagan viveros dedicados únicamente a ellas, que luego adornarán algún lugar cercano a algún otro donde haya una palmera, haciendo parecer el paraje como un paisaje marroquí.
Al Tucán del Palmerar lo encontré en uno de estos viveros, cuando caminaba hacia el IES Cabo de Horta en la Albufereta. Es el jefe ecológico y revolucionario de una de esas plantaciones, porque dice que en las palmeras los Tucanes de la Vega Baja o Baix Segura hacen su vida diaria, dedicándose a comer dátiles, podar las ramas con los picos, para que esas palmeras se hagan tan altas que puedan tocar el universo de los Tucanes, convirtiéndose en una especie de totem. El Tucán del Palmerar vende estas palmeras a un precio justo, sin ganar dinero alguno, porque una vez que la Vega Baja o el Baix Segura esté plantado por completo de palmeras, la comunidad de tucanes revolucionarios de la zona crecerá, e incluso podrán tener una sede utópica alternativa a Tabarca (en la que la comunidad de tucanes peligra de llegar un día al hacinamiento).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Crece la familia de los Tucanes con este nuevo amigo de la Vega Baixa, el Tucán del Palmeral, posiblemente el más feliz de todos, dedicado al cultivo de las palmeras y bien cuidado con su dieta de dátiles. Ahí está. un poco tímido, ecológico y dedicado a que todavía queden en el planeta lugares que nos recuerden el Paraíso, un lugar en el que sea posible una vida feliz, sin propiedades, compartida, marcada con el don y no por el contrato. ¡Crece y crece la República de los Tucanes!

NSN dijo...

El Tucán del Palmerar es el más feliz de todos, porque vive en la zona más agradable que conoce, la Vega Baja o Baix Segura. Y, desde ahí, hace la revolución ecológica y comunal. Mil gracias, de nuevo, por tu comentario. Veo que te encantan las historias de los tucanes revolucionarios. Me alegra!!