Sexo
Danza, óleo y batería. La tríada de un mismo instinto. El deseo de ser libre por ser tierra cercana a la muerte. El deseo de aullar y aullar y aullar en la noche.
Caminar desnudo en un jardín canónico, abrirse la mano de fuerte golpear la piel del tambor, o romper el lienzo a pincelazos, brotan del mismo lugar: el sexo.
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