21 dic 2010

Fragmentos digeridos LXVI


Hayashi pielecita

Llegó surcando los mares en un cuerpo indefinido un corazón de cajón lleno de colores y luces.

Piel en las manos cálidas. Como carbones para temblores de invierno. No más palabras. Al fin el silencio de la piel en las manos cálidas.

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