Ayer estuve en la presentación de esta novela en Elche. La novela me impactó, me fascinó. Trata un poco la vida del barrio del Raval. Sin tapujos, mostrando la realidad como es, tan mierda y adorable a un tiempo. Un libro en el que cada tema se trata de forma transparente y natural.
Pero todavía más que el libro me gustó escuchar a Brigitte Vasallo, la autora, en directo. Una persona íntegra, humana, emocional, vivida, recorrida. Una persona que aborda cada tema con una lucidez y múltiples perspectivas. Un pequeño y delicado monstruito maravilloso. Hoy repito en Alicante.
Aquí les dejo un poema que nos sugirió la presentación. Susy Shock: "Reivindico mi derecho a ser un monstruo... Y que otros sean lo normal".
Aquí les dejo un poema que nos sugirió la presentación. Susy Shock: "Reivindico mi derecho a ser un monstruo... Y que otros sean lo normal".
Yo, ¡yo pobre mortal! Equidistante de todo.
Yo, DNI 20598061. Yo, primer hijo de la madre que después fui, vieja luna de
esta escuela de los suplicios, amazona de mi deseo, perra en celo de mi sueño
rojo. Yo reivindico mi derecho a ser un monstruo, ni varón, ni mujer ni XXY
ni H2O. Yo, monstruo de mi deseo, carne de cada
una de mis pinceladas, lienzo azul de mi cuerpo , pintora de mi andar, no
quiero más títulos que encajar, no quiero más cargos ni casilleros, ni el
nombre justo que me reserve ninguna ciencia. Yo, mariposa ajena a la modernidad
a la posmodernidad a la Normalidad oblicua, silvestre, vizca, artesanal, poeta
de la barbarie con el humus de mi cantar con el arcoiris de mi cantar y con mi
aleteo reivindico mi derecho a ser un monstruo Y QUE OTROS SEAN LO NORMAL. Que
el Vaticano normal, el credo en Dios y en la Virgisima normal, los pastores y
los rebaños de lo Normal, el Honorable Congreso de las Leyes de lo Normal. Yo sólo
llevo las prendas de mis cerillas, el rostro de mi mirar, el tacto de lo
escuchado y el gesto avispa de besar y tendré una teta obscena de la luna más
perra en mi cintura, y el pene erecto de las guarritas alondras y siete
lunares, setenta y siete lunares, ¡qué digo! setecientos setenta y siete
lunares de mi endiablada señal de crear mi bella monstruosidad, mi ejercicio de
inventora de ramera de las torcazas, mi ser yo, mi ser yo entre tanto parecido,
entre tanto domesticado entre tanto metido de los pelos en algo, otro nuevo
título que cargar, baño de damas o caballero, nuevos rincones para inventar. Yo
transpirada, mojada, nauseabunda, gérmen de la aurora encantada de la que no
pide más permiso y está rabiosa de luces mayas, luces épicas, luces parias,
menstruales, marlenes, dianasacayanes, sin biblias sin tablas sin geografías
sin nada, solo mi derecho vital a ser un monstruo o como me llame o como me
salga como me pueda el deseo y la fucking ganas. Mi derecho a explorarme, a
reinventarme, hacer de mi mutar mi noble ejercicio, veranearme, otoñarme,
invernarme las hormanas, las ideas, las cachas toda el Alma. Amén.
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