Sensibilidad
Hay momentos en la vida en los que un estímulo, por pequeño que sea, desencadena una gran motivación. Así me encuentro ahora. Una simple mirada es capaz de mojarme todas las bragas o dejarme más seca que los bancales de Almería. Vamos a poner un nombre psicofilotántrico a esto: Sensibilidad.
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