18 ago 2010

Fragmentos fronterizos XLVI


Tokyo 2nd round

Ciudad que observa la noche con la luz de sus propios ojos. Largos caminos de asfalto. Altas manos las del cielo de su boca. Veloces avatares para un cuerpo lento. Tal es el temor que nos hace amarla. Golpes de placas tectónicas en la geografía sentimental. No se encuentra otra palabra para el canon de sus besos: すごい. ¿Sublime? Seguimos la arritmia de la imposibilidad de la traducción radical.

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