道 II
Lección IV para una samurai
Lección IV para una samurai
Si algo deseas. Si algo comienzas. Si te llamó la curiosidad a navegar un océano. Llega al punto álgido de la mejor manera que sepas hacerlo. Desde ahí se vislumbra el camino de nuevos paisajes. La lucha consuetudinaria es alimentarlos. Primero con amor y segundo con el conocimiento adquirido. Así quizás puede llegar a conservarse su belleza.
Sólo en el caso en que no florezcan habiéndoles puesto todo tu esfuerzo, corta las raíces y asume la derrota.
La asunción de la derrota no es preventiva. La prevención es miedo. La asunción de la misma puede llegar sólo cuando se ha tratado de navegar el océano de la curiosidad con el corazón en la mano. El samurai no se retira antes de haber puesto toda su vida en el camino del viaje que ha elegido.
Sólo en el caso en que no florezcan habiéndoles puesto todo tu esfuerzo, corta las raíces y asume la derrota.
La asunción de la derrota no es preventiva. La prevención es miedo. La asunción de la misma puede llegar sólo cuando se ha tratado de navegar el océano de la curiosidad con el corazón en la mano. El samurai no se retira antes de haber puesto toda su vida en el camino del viaje que ha elegido.
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