28 ago 2010

Fragmentos digeridos I


Julia Soriano Nieto

Como del confín nace una hoguera. Aquellos pájaros azules temblorosos. Te ofrecieron el cactus que te dio la sed de la vida. Perdiste la juventud combustible cuando llegaste al sinfín. En ese momento supiste que eras tú. Ya no tenías zapatos, pero eras tú. A veces te dolían las piernas y cogiste miedo a las atracciones de altura, pero eras tú. No eras péndulo ni balanza ni fugacidad efímera. Eras tú, esa viejita adorable con sus pequeñas arrugas. La que juega a ser niña guardando en silencio en el caparazón de su vida los pasos de todos sus caminos.

2 comentarios:

nariz de tacon dijo...

tocando nubes te sueño entre tus lienzos

NSN dijo...

Gracias, amor mío. Esta lagartija navegando nubes te sueña entre tus pasos escoceses.