Arquitectura de hielo para un fuego prometeico
El mundo que gira ya no puede ser percibido. La nieve congela el instante ígneo. Es gélida capa que contiene al fuego. Ésta no se derrite ante lo mutable. Cambió el espacio del movimiento por el movimiento sin espacio. Como el hada asiática. Ahora todo está contenido en una caracola. Ella no es crustáceo terrestre, sino un habitar en la verdad humana del amor. La diferencia: a esta arquitectura le fue concedido un nombre.
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