1 nov 2010

Fragmentos digeridos XXXVII


El viaje

No cansarse de dar voz a la vida. No agotarse de recorrer lares, ni de caminar la incertidumbre observando la infinitud del horizonte desdibujado. Condolido cuerpo. El deseo quiebra tus conceptos de abrazado juicio. Que la apoteosis te brinde más aporías kantianas. Sólo así sabrás un poco de lo que es la humanidad.

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