La artista Gema Álava, afincada en Nueva York, vuelve a sorprendernos con su último proyecto de investigación artística Trust me. Una vez experimentado en Nueva York, ha sido invitada a Murcia, al Centro Párraga, con ocasión de la Bienal Manifiesta 8.
El proyecto Trust me -Confía en mí- basa su razón de ser en la ruptura entre la imagen visual, la vista como sentido, y el arte. La finalidad del proyecto es hacer ver al espectador que la vista no es necesaria para vivir el arte, ya que éste, narrado a través de la palabra, puede crear una imagen visual más rica, complementada con las sensaciones de los demás órganos de los sentidos.
Para ello, Gema Álava conduce al espectador cegado con unas gafas oscuras por una sala. Mientras camina el espectador conducido por la guía de la artista -de ahí el título de la obra de arte-, ésta va introduciendo la voz y la narración como devenir artístico. Ante la instantánea ceguera, el espectador va adquiriendo tonalidades de sonidos, matices lingüísticos antes desconocidos. La voz de Gema Álava se va convirtiendo a cada paso del laberinto caminado en ese símbolo del clásico cuentacuentos, cuya narración adquiría la confianza con respecto a lo verdadero.
Un laberinto recorrido del que habría una salida. Al final del camino se escuchaba la narración de Rocío, una invidente que hacía sentir la imagen estética de una obra de arte a través del ámbito de esa palabra.
Quizás una de las experiencias más sensuales que nunca he vivido.
Con este proyecto, Gema Álava continúa la senda inaugurada por su proyecto Tell me -Nárrame- y Find me -Encuéntrame-.
Para ello, Gema Álava conduce al espectador cegado con unas gafas oscuras por una sala. Mientras camina el espectador conducido por la guía de la artista -de ahí el título de la obra de arte-, ésta va introduciendo la voz y la narración como devenir artístico. Ante la instantánea ceguera, el espectador va adquiriendo tonalidades de sonidos, matices lingüísticos antes desconocidos. La voz de Gema Álava se va convirtiendo a cada paso del laberinto caminado en ese símbolo del clásico cuentacuentos, cuya narración adquiría la confianza con respecto a lo verdadero.
Un laberinto recorrido del que habría una salida. Al final del camino se escuchaba la narración de Rocío, una invidente que hacía sentir la imagen estética de una obra de arte a través del ámbito de esa palabra.
Quizás una de las experiencias más sensuales que nunca he vivido.
Con este proyecto, Gema Álava continúa la senda inaugurada por su proyecto Tell me -Nárrame- y Find me -Encuéntrame-.
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