Vida sana
Mens sana in corpore sano. Así poetizaba ya el romano Juvenal el hecho de no poder guardar el equilibrio interior habitando un cuerpo enfermo. También podríamos decir Corpore sano in mens sana, porque a fin de cuentas son también las afecciones mentales las que nos llevan a descuidar nuestro cuerpo.
Sean ambas categorías lo que rigen la vida. Lo único importante en este camino es la salud, tanto física como mental. Y es necesario cuidar ambas. Con salud se pueden realizar las mismas actividades, pero de una manera más plena. Leer, pintar, cocinar, limpiar, enseñar, ser enseñado, entregarse y dejarse entregar se convierten en tareas mágicas desde la salud. Lo cotidiano, lo que permanece y lo estable acaban por tener un valor preciado por saludables.
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