Piececitos de imán
Dicen que si pones la mano en la barriga de tu madre una fuerza de atracción imantada nace de tu cuerpo. Y esa mano de tu tía que te toca nunca más se vuelve a despegar. Entonces tus dedos y pies son como formas matéricas de escultura. Tan vívidos. Tan reales.
Estás ahí. Debajo de todo esto, tan pequeña. Y aquí fuera casi todo gira ya en torno a ti.
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