La deshumanización de las relaciones de cada persona con su cotidianeidad y con los otros va ganando terreno en estas sociedades del capital. Nacemos mamando de un pecho que produce monedas de oro, y de otro que nos enseña sólo y ante todo a pensar en nosotros -y que rueden cabezas, que no son la mía-. El bienestar del otro, sus sentimientos, sus necesidades básicas aprendemos a no tenerlas presentes en la jerarquía de valores de nuestra ética.
Pero siempre quedará una pequeña katana y personas con espíritu samurai para atentar contra todo ello. A veces nos pueden sorprender, como en el caso de este corto dirigido por Marcos Valín y David Alonso y animado por David Priego, Allende Bodega, David Alonso, Marian Ramis, Marcos Valín, María Monescillo, Francisco Martín, Aitor Ávila y Lidia España.
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