El gato casero
Un maullido corona la mirada romana a Elche. Las cúpulas lázuli se tornaron esperanza. Observamos impávidos el tiempo pasar. Sin embargo, la vida orgánica hace mutar interiores. Caminamos pasos sin apenas percatarnos.
El pajarito enjaulado abrió su único ojo. Miró esta vez los barrotes de su libre prisión. Había uno de entre todos ellos color verde. "Ése -pensó- es el tono preferido de los felinos". Lo llevas en tu bolso como él lo lleva en su corazón. La amistad, poderosa, es capaz de vencer toda circunstancia.
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