1. La escritura es libre.
2. Punzante, humorística, hiere, emociona, vierte, pervierte.
3. Es en ocasiones tan dolorosa porque llegamos a entender lo que nos dice.
4. La verdad expresada con libertad duele.
5. Se contradice con nuestra idea de creer que también nosotros somos libres.
6. Sin embargo, buscamos constantemente cadenas -prejuicios-.
7. ¿Libre es aquella persona que no juzga a los otros?
8. ¡Cuántos discursos hemos escuchado críticos con los prejuicios sobre los otros de personas que se prejuzgan a sí mismas!
9. No se puede ser generoso con el otro, sin ser generoso con sí mismo.
10. Para ser generoso con uno mismo es necesario ser libre de dos formas: de espíritu y corporalmente.
11. La libertad de espíritu se encuentra con más frecuencia en nuestras sociedades que llaman a la cultura democrática y dialogada -con más frecuencia, pero escasamente-.
12. La libertad física, que tiene que ver con los sentimientos, emociones, deseos, creados por nuestros órganos de los sentidos, escasea en estas sociedades. Nuestra cultura se empeña en conceptualizar y juzgar el mundo de los sentidos. Nos educan en represión y conducción de la corporalidad, de la sexualidad, y nosotros repetimos patrones. Se han creado instituciones de diversos tipos -más tradicionales, más progresistas- pero todas tienen a la base la educación unificada del cuerpo.
______________
Aquel día leí un chiste de El Jueves. Cómo me entristece que bromeemos en base a conceptos asumidos físicamente. ¿He de reírme otra vez más con chistes de tíos buenos que hablan de tías buenas y viceversa? ¿Y considerar que todo lo que no sea eso es homosexualidad? ¡Qué forma más curiosa de concebir el cuerpo de los otros y el propio cuerpo! Y más curioso que sea ésa la forma directa para integrarse socialmente. ¡En fin, Pilarín!
2. Punzante, humorística, hiere, emociona, vierte, pervierte.
3. Es en ocasiones tan dolorosa porque llegamos a entender lo que nos dice.
4. La verdad expresada con libertad duele.
5. Se contradice con nuestra idea de creer que también nosotros somos libres.
6. Sin embargo, buscamos constantemente cadenas -prejuicios-.
7. ¿Libre es aquella persona que no juzga a los otros?
8. ¡Cuántos discursos hemos escuchado críticos con los prejuicios sobre los otros de personas que se prejuzgan a sí mismas!
9. No se puede ser generoso con el otro, sin ser generoso con sí mismo.
10. Para ser generoso con uno mismo es necesario ser libre de dos formas: de espíritu y corporalmente.
11. La libertad de espíritu se encuentra con más frecuencia en nuestras sociedades que llaman a la cultura democrática y dialogada -con más frecuencia, pero escasamente-.
12. La libertad física, que tiene que ver con los sentimientos, emociones, deseos, creados por nuestros órganos de los sentidos, escasea en estas sociedades. Nuestra cultura se empeña en conceptualizar y juzgar el mundo de los sentidos. Nos educan en represión y conducción de la corporalidad, de la sexualidad, y nosotros repetimos patrones. Se han creado instituciones de diversos tipos -más tradicionales, más progresistas- pero todas tienen a la base la educación unificada del cuerpo.
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Aquel día leí un chiste de El Jueves. Cómo me entristece que bromeemos en base a conceptos asumidos físicamente. ¿He de reírme otra vez más con chistes de tíos buenos que hablan de tías buenas y viceversa? ¿Y considerar que todo lo que no sea eso es homosexualidad? ¡Qué forma más curiosa de concebir el cuerpo de los otros y el propio cuerpo! Y más curioso que sea ésa la forma directa para integrarse socialmente. ¡En fin, Pilarín!
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